Tengo la suerte de pese a mi edad, haber tenido acceso tanto a internet, como a una computadora desde temprana edad. Me gusta la tecnología, siempre me ha gustado rodearme de ella. Y por mas que siento que trae muchos beneficios, pero considero que no es indispensable ni necesaria para una vida plena.
Toda esta corriente tecnológica, incluyendo BIM, trae a una presión hacia migrar y estar a la vanguardia tecnológica o quedar obsoleto en el olvido. Pensamos que armarnos con drones, tablets, VR, AR ,Datos y mil herramientas, nos permitirá decir que somos parte de la Industria 4.0 , la transformación digital y etcéteras que inspiran a todos y nos hacen sentir que estamos viviendo una época muy buena de desarrollo tecnológico.
Cuando empiezas a sumar años haciendo lo mismo (estoy abierto a discutir esto, pues trabajar con tecnología por más ritmo de desarrollo frenético que tenga al final solo mejora y estructura tu estilo de implementar y conectar nueva tecnología a lo existente) te das cuenta que no todo es mil maravillas en el camino (como todo en la vida).
“Si me toma dos minutos hacerlo en papel y lápiz, y tres minutos hacerlo en BIM. Voy a hacerlo a papel y lápiz”
Siempre que tengo la oportunidad de exponer o compartir el conocimiento,disfruto mucho de los comentarios de porque BIM, no funciona. El punto me parece totalmente válido, creo que la mejor manera de hacer buen BIM, es sabiendo porque BIM no funciona.
“Siempre lo hemos hecho de la manera tradicional y no tenemos problema alguno”
“Muy bonitas las figuritas 3D que se cruzan entre si, pero ya lo solucioné en obra”
“Lindos los lentes de Realidad Virtual, pero deberías también darte un paseo por la obra y ver si tu 3D tiene lo mismo”
Estas frases generalmente son argumentadas con el típico blindaje generacional, o de adopción de tecnologías.
Si esto sería cierto, aquella persona que lanzó el comentario “Anti-BIM” no hubiera inmediatamente cogido su smartphone y utilizado mensajería instantánea (Whatsapp o Facebook), que como BIM es una herramienta más.
Considero que el problema de la “Brecha BIM” es que se está perdiendo el rumbo respecto a la herramienta. La herramienta viene a unirse al proceso, y como toda mejora tiene que generar resultados. Resultados medibles, alineados a los objetivos del proyecto. El rumbo se pierde cuando se tiene una óptica de que cualquier iniciativa de usar BIM tiene que estar aislada del proceso.
Desarrollamos modelos de nuestros proyectos, que son usados para identificar incompatibilidades que ya fueron corregidas en obra, modelos sin profundidad ni estructura, que no aportan de información a ningún nivel (salvo el comercial) a la empresa. “Tenemos que ser BIM” para estar listos para la competencia entre nuestros pares.
Si no va aportar valor, por más estético que se vea no usaría BIM ni recomendaría utilizar BIM. Desarrollemos modelos, que puedan nutrirnos de información en el momento correcto, metrados con una estructura de acuerdo a nuestros proyectos. Interferencias con propuestas de solución o de impacto en los cambios, Planos que no tengan que ser exportados de regreso a CAD, para ser “hermoseados”.
Nosotros que generamos entregables a través de BIM tenemos la entera responsabilidad de porque no se usa BIM. Desarrollemos modelos que sumen, pongamos ese extra de esfuerzo y cabeza para lograrlo.
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